Fiesta Universal: 23 de Agosto
Fiesta en Chile: 30 de Agosto
A pesar de que existen más de 400 biografías de la corta vida de Santa Rosa de Lima, son pocos los investigadores que han intentado comprender su mística y riguroso ascetismo.
La hagiografía de Santa Rosa, demuestra que los santos no sólo son un modelo de piedad cristiana, sino también una fuente inagotable de estudio que permite sondear su influencia en la sociedad.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA
Isabel Flores de Oliva o también conocida como Rosa de Santa María nació en Lima el 30 de abril de 1586. Sus padres fueron Gaspar Flores (español) y María de Oliva (limeña de ascendencia española). Fue bautizada como Isabel, su madre empezó a llamarla Rosa desde que un día, al acercarse a su cuna, le vio el rostro encendido como una rosa.
Recibió en 1598 el sacramento de la confirmación, junto con otros dos niños, de manos del arzobispo Toribio de Mogrovejo, también futuro santo. Una vez crecida, sus padres quisieron que tomara interés por las cosas del mundo pero ella lo rechazó.
Rosa ya estaba decidida a seguir la vida religiosa y tomó como modelo de abstinencia la vida de Santa Catalina de Siena vistiendo el hábito de terciaria dominica.
Edificó con sus propias manos, en el huerto de su casa, una cabaña (ermita) en la que pasaba el día orando y mortificándose.
Su cama eran 7 palos entretejidos con cañas, sujetados con correas de vaca. El objetivo de estas penitencias corporales era lograr que cada miembro del cuerpo participara en la muerte del Redentor.
Para mantener su casa y ayudar a los pobres, Rosa confeccionaba a mano flores de seda y bordados, también con abnegación visitaba a los enfermos y los atendía en sus necesidades.
Dividía su día en tres partes: 10 horas de trabajo, 12 para la oración y 2 para dormir.
Para evitar que el sueño interrumpiera sus meditaciones, amarraba su cabello a un clavo fijo en la pared colocado a una cuarta más que su estatura, a fin de que su cuerpo quedase colgado o suspendido en el aire mientras rezaba.
Rosa de Lima sufrió también la tentación del demonio a quien ella llamó el sarnoso; pero gozó de la presencia de Dios y de las apariciones de la Virgen María, el Ángel de la Guarda y Santa Catalina de Siena.
Por lo méritos de su vida atrajo la devoción de un círculo de damas piadosas quienes trataron de seguir su ejemplo.
Los tres últimos años de su vida los pasó en casa del contador Gonzalo de la Maza, un alto funcionario virreinal, cuya esposa admiraba a la virtuosa limeña.
Durante su enfermedad tuvo apariciones milagrosas y premoniciones, como la destrucción del Callao producto de un maremoto, hecho que vino a cumplirse en 1746.
Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad; para entonces era tan venerada en la ciudad que a sus exequias asistieron el virrey, el arzobispo y representantes de todas las órdenes religiosas.
El Papa Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671, fijándose su festividad el 30 de agosto.
Fue la primera santa del Nuevo Mundo.
ICONOGRAFÍA
El significado del ancla y de la guirnalda con el Niño Jesús en el medio
Por mucho tiempo se pensó que el ancla en la iconografía de Santa Rosa alude a los corsarios holandeses que llegaron al Callao, pero no es así. Su significado proviene de la carta a los Hebreos 6, 18-20: “Así, tenemos dos realidades seguras, promesa y juramento, en la que Dios no puede mentir. En ellas, los que hemos buscado refugio agarrándonos a la esperanza que se nos ofrece, tenemos un consuelo válido. Esta esperanza es como un ancla firme y segura del alma, que penetra más allá de la cortina del Templo, allí donde Jesús entró por nosotros, como precursor, nombrado sumo sacerdote perpetuo según el orden de Melquisedec”.
Para los biógrafos de Rosa, el ANCLA era su máximo atributo porque representaba su mayor virtud. Andrés Ferrer de Valdecebro, calificador del Santo Oficio lo explica así:
“Pintan a la esperanza como un ancla porque es el ancla del Alma en las tormentas de la vida, alivio de nuestras desconfianzas, compañera de la caridad y vínculo fuerte de la fe. Tuvo en grado heroico esta virtud la virgen Rosa, haciendo con ella maravillosos ejercicios”.
También sabemos que se representa a Rosa con el ancla porque con su canonización ella representaba la esperanza de un Nuevo Mundo que renovaría el imperio Católico.
El representarla en su mano derecha con una guirnalda de flores, olivas, rosas y el Niño en el medio, hace referencia a los apellidos de sus padres, Gaspar Flores y María de Oliva, teniendo el NIÑO en su mano el anillo con que la desposa. El niño Jesús como Niño eucarístico en un ostensorio (flores y hojas de olivo).
MANUSCRITOS
Los dos manuscritos hológrafos de Santa Rosa de Lima, que presentamos fueron descubiertos por el historiador dominico español Luis G. Alonso Getino (1877-1946), en el monasterio limeño de Santa Rosa de Santa María en el año 1923. (HOLOGRAFO: Se aplica al testamento que ha sido escrito de puño y letra por el propio testador).
Son dos pliegos con collages en papel y tela de distinto color, “acertijos místicos” y mensajes de puño y letra de la santa, cuidadosamente enmarcados.
El primero se refiere a las “Mercedes o heridas del alma” y el segundo a la “Escala espiritual”.
Primer pliego: “Mercedes o heridas del alma”
Este dibujo comenta las “mercedes o heridas del alma”. Rosa como hábil costurera ha recortado tres corazones y los ha pegado uno debajo del otro para ilustrar gráficamente el inicio de la secuencia de comunicaciones o gracias místicas en su camino de unión con Dios.
Primera merced: representada por un corazón herido que lleva una cruz en su interior. En el contorno dice: “Primera merced de heridas que recibí de Dios. Con lanza de acero me hirió y se escondió.”
Se ve una gran similitud con la experiencia mística de Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz.
Segunda merced: un corazón con una cruz en su parte superior y el Niño adentro, en el contorno dice: “Aquí descansó Jesús abrazándome el corazón.”
Tercera merced: el corazón que sigue llevando la cruz en lo alto, le han nacido cuatro alas en las que se lee: “Vuela para Dios”. En el contorno dice: “El campo del corazón lo llenó Dios de su amor haciendo morada en el.”
Segundo pliego: “Escala Espiritual”
Cuarta merced: el corazón coronado de una cruz, en el centro aparece una nube y dentro de ella una paloma que representa al Espíritu Santo. Una pequeña mano que empuña una pluma de escribir sale de su vértice y escribe “Aquí padece el alma de una impaciencia santa. Corazón lleno del divino amor aquí escribe fuera de sí.”
Quinta merced: con una cruz en lo alto ha sido atravesado por una tira de papel que dice: “Corazón traspasado con rayo de amor de Dios.”
Sexta merced: el corazón lleva en su interior una cruz y desde fuera una ballesta o arco dispara contra él una poderosa flecha. Alrededor dice: “Corazón herido con flecha de amor divino.”
Séptima merced: la mano y el brazo de la santa aparecen dentro del corazón y sostienen, como en algunas representaciones de santa Catalina de Siena, a un pequeño Cristo crucificado, alrededor dice: “Encontré al amor de mi alma, lo agarré y ya no lo soltaré.”
Octava merced: un corazón con una cruz dentro, de la cúspide de la cruz sale una llamarada. Un clavo grueso, metido hasta su mitad lo atraviesa en una parte: “Oh dichoso corazón que recibiste el clavo de la pasión.”
Novena merced: el corazón lleva una llaga circular culminada con una cruz, adentro dice: “Solo sana quien trabaja con amor” y alrededor: “Llagado corazón con el fuego del amor de Dios en cuya fragua se trabaja.”
Décima merced: la herida atraviesa el corazón de arriba a bajo y la cruz se mantiene en la parte superior. Sobre el dibujo se lee: “Enferma estoy de amores o fiebre que muero de ella”, y alrededor. “Adornadme con flores, cubridme de manzanas, que adolezco de amor.”
Décimo primera merced: un arpón de fuego ha provocado en el corazón una profunda herida horizontal, dice: “Dulce martirio que con arpón de fuego me ha herido.”
Décimo segunda merced: corazón atravesado: “Corazón herido con dardo de amor divino que da voces por quien la hirió.”
Décimo tercera merced: “Purifícate corazón, recibe centella de amor para amar a su creador.”
Décimo cuarta merced: al pie de la cruz dice: “La vida es cruz”. De la parte superior sale una llamarada y del travesaño han nacido dos alas que dicen: “Temor santo” y “amor puro”. El corazón quiere ascender por la escalera pero una cuerda le impide hacerlo, por eso dice al Señor: “Desata Señor el nudo que me detiene.”
Décimo quinta merced: el corazón ha dejado debajo la cruz y ha emprendido el vuelo con nuevas alas, dice: “Arrobo. Embriaguez en la bodega secretos del amor divino. Oh dichosa unión, abrazo estrecho con Dios.”
El corazón en blanco, en la cima de la escala, simboliza la Trinidad, sin heridas, sin cruz, ni lema, ni adorno, el desposorio místico.