“María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. Lc 2,19
Lo hemos repetido tantas veces durante este tiempo de Navidad. ¿Qué son estas cosas que meditaba María en su corazón?, ¿qué cosas hemos de meditar nosotros? Cada uno descubramos cuales son estas cosas que nos hace bien meditar en nuestro corazón, y mirarlas del lado en que nos ayudan a crecer, en el amor a Dios, y en la mirada a nuestros prójimo.
Para desearles un ¡Buen y Santo AÑO NUEVO! en esta fiesta en que celebramos a la MADRE de DIOS y Madre nuestra querida, les recito un himno diferente de Laudes de Navidad, que jugando con las palabras nos puede alcanzar la amistad de Dios, ya que es su gracia la que puede tocar nuestras profundas aspiraciones del corazón, y llevarnos a avanzar con María, en nuestra peregrinación terrena:
“Ver llorar a la alegría, ver tan pobre a la riqueza, y ver que Dios lo quería.
Gran merced fue aquel día, la que el hombre recibió:
Poner PAZ en tanta guerra, calor donde tanto frío,
ser de todos lo que es mío, plantar un cielo en la tierra”.
Juntos adoramos y damos Gloria a Dios en el cielo, y agradecidos a Dios por tanto recibido en la tierra en el año que terminó, en el cómo estamos, cuanto sucedió y cuanto sucederá, y qué somos cada uno, las que El llamó a nuestra Comunidad, la nueva y las antiguas, que María nos proteja a todos y a nuestras familias, con su amparo, en favor de todos los hombres. Amén.
+ M Alejandra