El día sábado 28 de enero se realizó en el Monasterio un concierto organizado por Marcelo Vidal con la Orquesta Barroca NUEVO MUNDO. Luego de la oración de Vísperas, Marcelo presentó a la que es la ORQUESTA REGIONAL DE RANCAGUA y luego el director del concierto, Raúl Orellana, hizo una introducción a la obra de Vivaldi, explicando con palabras del propio Vivaldi los movimientos de la obra «Cuatro Estaciones».
UN POCO DE INFORMACIÓN SOBRE VIVALDI Y LAS CUATRO ESTACIONES…
ESTILO DE LA OBRA

Antonio Vivaldi escribió cerca de 500 conciertos para diversos instrumentos, 220 de ellos dedicados al violín, instrumento del cual Antonio era un virtuoso. Cuatro de estos conciertos, pertenecientes a Il cimento dell’armonia e dell’inventione y reunidos en el Op. 8 (1725) escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín, son los que se conocen con el nombre de Las cuatro estaciones.
Vivaldi amó la vida intensamente, para perpetuar la profunda emoción que la transformación de la naturaleza le despertaba, creó los conciertos para violín llamados Las Cuatro Estaciones, dejando por escrito de su puño y letra en el original de la partitura la descripción de las más bellas escenas de la Primavera, El Verano, El Otoño y El Invierno, cada uno de estos conciertos consta de tres movimientos, dos rápidos separados en contraste con un lento y expresivo, las escenas más descriptivas son los movimientos.
La primavera:
- Allegro: Despierta la primavera, se oye el canto de los pájaros, el murmullo de las fuentes, la tormenta. Después de un largo invierno en el que la nieve cubre de blanco el gran paisaje, surge la primavera como una explosión de colorido, las flores, las mariposas y el canto de los pájaros inicia con un himno de alegría con que se recibe esta bella estación. Los pájaros se suman a la alegría general con sus trinos y gorjeos (tres violines solistas) A lo lejos se escucha el suave murmullo del arroyuelo de aguas cantarinas, también en primavera hay terribles aguaceros que se anuncian con el relámpago y el trueno.
- Largo e pianissimo: Tranquilidad, susurro de las plantas, ladridos de perros, el pastor duerme. El segundo movimiento dibuja una escena donde un pequeño pastorcillo se ha quedado dormido, el viento suave produce un hermoso murmullo y el violín solista describe el sueño tranquilo dulce y apacible del pastorcillo.
- Allegro: Se oye una danza campestre (siciliana) y las cuerdas graves imitan la nota «pedal» de la zanfoña. Se describe una fiesta pastoral, alegría de cantos y bailes jubilosos por la llegada de la primavera.
- Allegro non molto: El calor produce cansancio; la respiración es lenta y profunda. Cantan el cuco, la tórtola, el jilguero… Sopla un leve vientecillo. El campesino lamenta su destino incierto. ¿Se malogrará la cosecha por causa de la tormenta? Es la estación del calor, Vivaldi nos dice que las altas temperaturas afectan tanto a los hombres como a los animales con una sensación de pesadez y sopor que describe musicalmente de esta manera, también nos describe como el cu-cú en las noches cálidas de verano canta rítmicamente escuchemos también el canto lánguido de una alondra en el cálido atardecer del verano.
- Adagio: Sigue el sopor, y las moscas son impertinentes. En el segundo movimiento un campesino ha vuelto al hogar, después de una ardua jornada de trabajo, cansado trata de dormir pero un trueno en el cielo anuncia una tempestad, que interrumpe el sueño, esta escena se repite varias veces y se une al tercer movimiento que describe las fuerzas de la naturaleza desatadas en una terrible tempestad.
- Presto: Vivaldi describe una tormenta y las rápidas escalas evocan la fuerza del viento y la violencia de la tormenta.
- Allegro: Los campesinos cantan y bailan; la cosecha ha sido buena. Uno de ellos se ha emborrachado con el vino nuevo y se amodorra. El otoño es un concierto lleno de alegría porque nos habla de la época de la cosecha, y cuando se siembra buena semilla se obtienen buenos frutos y esto es motivo de gran felicidad.
- Adagio: La calma es absoluta. Todos duermen. De pronto se interrumpe toda la alegría y cambia el ritmo de la música y se oye una quieta melodía. En las fiestas siempre hay alguien que come y bebe demasiado y luego busca un rinconcito donde dormir una siesta tranquilamente. En el Otoño las hojas de los árboles se van secando poco a poco y cuando ya están muy secas, impulsadas por la caricia del viento, se desprenden y caen para formar una alfombra crujiente al ser pisada. El clavecín interpreta una melodía que nos hace imaginar la caída caprichosa de las hojas secas.
- Allegro: Ahora Vivaldi evoca escenas de caza: escopetas, perros, la fiera que huye y muere finalmente acosada por todos. Ir de cacería era el deporte favorito en la época de Vivaldi. Una alegre y juguetona melodía nos habla de los cazadores que reunidos al amanecer entre risas y bromas se disponen a iniciar la gran cacería. El violín solista acompañado del primer cello de la orquesta imitan el sonido del cuerno de caza y así se suceden una serie de diálogos entre el violinista y la orquesta que describen la aventura de encontrar, perseguir y alcanzar una presa.
El Invierno:
- Allegro non molto: Cae la nieve; se desata la tormenta; hay que moverse para combatir el frío; los cuerpos tiritan; los dientes chasquean. Ahora Vivaldi expresa armonías disonantes para reflejar el ambiente gélido. El hombre disfruta ante el fuego hogareño. Las primeras notas nos describen con un ritmo suave y persistente la lenta caída de los copos de nieve y en el trino rápido de los violines el castañear de dientes provocado por el intenso frío. Escuchemos ahora una ráfaga de viento que agita la caída de los copos de nieve en el primer solo del violín. Poco a poco aumenta la fuerza de la música para desembocar en un tema grandioso.
- Largo: Cae la lluvia y se escuchan las gotas golpear sobre las tejas de las casas. Se llama La Lluvia. Nos habla de un hombre que se encuentra feliz a salvo del intenso frío junto al calor de su chimenea mientras observa como los cristales de su ventana son golpeados por las gotitas de una lluvia de invierno, escuchemos el rítmico golpeteo, sobre este ritmo el violín solista canta una bella melodía que describe la felicidad y el calor del hogar.
- Allegro: Ahora caminamos sobre el hielo. El paso es inseguro; hay resbalones; pero los hielos se van rompiendo. Comienza el deshielo; la música se agita; todo es movimiento. Después de un primer solo de violín aparece la orquesta imitando una suave ráfaga de viento que crece poco a poco hasta alcanzar gran fuerza, al terminar llega la terrible tempestad invernal donde el choque de las vientos del Mediterráneo y las ventiscas del Norte son interpretados por el violín solista y Orquesta que terminan en un final grandioso.
“Tal es el invierno pero tiene también grandes bellezas.” Con estas palabras termina Antonio Vivaldi su gran creación el ciclo de las Cuatro Estaciones.
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