¿Qué significa Adviento?
La palabra Adviento viene del latín adventus, que significa venida y se puede traducir también por «presencia», «llegada». En el lenguaje del mundo antiguo era un término técnico utilizado para indicar la llegada de un funcionario, la visita del rey o del emperador a una provincia. Pero podía indicar también la venida de la divinidad, que sale de su escondimiento para manifestarse con fuerza. Los cristianos adoptaron la palabra «Adviento» para expresar su relación con Jesucristo: Jesús es el Rey, que ha entrado en esta pobre «provincia»denominada tierra para visitar a todos. Con la palabra adventus se quería decir: Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos... viene a visitarnos de múltiples maneras. Se trata de una «visita» de Dios: él entra en mi vida y quiere dirigirse a mí. En la vida cotidiana todos experimentamos que tenemos poco tiempo para el Señor y también poco tiempo para nosotros. Acabamos dejándonos absorber por el «hacer». ¿No es verdad que con frecuencia es precisamente la actividad lo que nos domina, la sociedad con sus múltiples intereses lo que monopoliza nuestra atención? ¿No es verdad que se dedica mucho tiempo al ocio y a todo tipo de diversiones? A veces las cosas no «arrollan». El Adviento nos invita a detenernos, en silencio para captar una PRESENCIA. Es una invitación a comprender que los acontecimientos de cada día son GESTOS que DIOS nos dirige, signos de su atencion por cada uno de nosotros.
La certeza de su presencia ¿No debería ayudarnos a ver el mundo de otra manera?
Extracto de la Homilía de BENEDICTO XVI en la celebración de las I Vísperas en la Basílica de San Pedro. 28 de noviembre 2009