IMG_0791cComo es tradición en la Iglesia de Chile, el 15 de Agosto, Solemnidad de la Asunción de María, se celebra también el Día de la Vida Consagrada. Al igual que otros años, recibimos a las religiosas de la Diócesis de Rancagua para celebrar juntas este día, coincidiendo también con nuestra fiesta Patronal, ya que nuestro Monasterio está dedicado a María Asunta. Desde muy temprano contamos con la presencia de nuestro Obispo Monseñor Alejandro Goic, quien además de presidir la Eucaristía, nos hizo una exposición sobre los preparativos de la visita del Papa Francisco a Chile situándola en la realidad actual de nuestro País. Luego de un almuerzo festivo, compartimos las experiencias vividas en cada una de nuestras comunidades, expresando así, la diversidad de nuestros carismas dentro de la Iglesia.

Agradecemos al Señor que se sirve de nosotras, frágiles instrumentos, para hacerse presente en tantas realidades de nuestro mundo, llevando el consuelo y la alegría del Evangelio: en la educación de jóvenes, el acompañamientos con mujeres vulnerables, la asistencia a los enfermos y ancianos, en la acogida a los inmigrantes y en la presencia de comunidades orantes que interceden por todas las necesidades y manifiestan la primacía de Dios.

PALABRAS DEL OBISPO EN SU HOMILÍA

Tenemos que aprender como María, a mirar el presente, el pasado y el futuro con la mirada de Dios. El tiempo venidero es un tiempo para colaborar en la obra de Dios sirviendo a los hermanos.  No nos va a faltar la compañía y el aliento del Espíritu Santo.

Tú, querida Hna. Benedictina, tú querida Hna. Adoratriz  colaborando en la obra de Dios en tu entrega oblativa, en contemplación, en oración y fraternidad compartida.
Tú, querida hermana, que sirves a los enfermos y ancianos, reconociendo en sus rostros el del mismo Cristo.
Tú querida hermana, que acoges con amor a los migrantes y le abres un espacio en la sociedad y en la Iglesia local.
Tú querida hermana, que  educas al niño  y al joven a que valore su profunda dignidad y respeto la dignidad de los demás.
Tú querida hermana, que brindas apoyo a esa joven embarazada para que su hijo nazca y que acoges a esa joven que abortó y que busca paz para su alma.
Tú querida hermana, que en parroquias y comunidades procuras acercarte con amor a niños, jóvenes y adultos para que conozcan, amen y sigan a Jesús, lo celebren en la Eucaristía y en los demás sacramentos y vivan la propuesta del Reino de Dios.
Tú hermano laico (a), que en tu familia, en tu vecindad, en tus trabajos, en todos los ambientes que te mueves y desarrollas procuras ser testigo de Cristo con tu palabra y con tu acción.
Todos:  mujeres consagradas, hombres consagrados, nosotros pastores, laicos del pueblo de Dios, colaboradores como María en la obra de Dios, aquí y ahora y hasta el último día de nuestra vida.
Al Señor Jesús. Honor y gloria por los siglos de los siglos.  Amén.

Conferencia del Obispo, Mons. Alejandro Goic
Conferencia del Obispo, Mons. Alejandro Goic
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Celebración de la Eucaristía

Eucaristía

 

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Compartiendo nuestras experiencias

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