El día 19 de julio, nos visitó la arquitecto italiana Chiara Curti, colaboradora de la Junta Constructora de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona, España. La venida de Chiara a Chile se debe a la Corporación Gaudí de Triana de Rancagua, que está en proceso de construir una capilla en Rancagua diseñada por Gaudí para la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona pero cedida a Chile. Este inestimable regalo para nuestro país se debe a que en el año 1922, a pedido del Padre franciscano, Angélico Aranda, Gaudí cedió los planos de la capilla para que ésta se construyera en Rancagua antes que en Barcelona.
Chiara, además de las dos charlas que impartió en Rancagua, hizo una presentación en el Monasterio que tituló «La Sagrada Familia de Gaudí, la catedral de los pobres y de los niños», a la que asistieron también algunos invitados y amigos de la comunidad.
En la exposición, la arquitecto especialista en simbología y restauración, señaló:
La Sagrada Familia genera estupor, Gaudí imprimió VIDA en su proyecto, es algo más que una idea. Todo el diseño divino de la Sagrada Familia tiene un CAMINO PROVIDENCIAL. Está llena de detalles y todo el que la visita encuentra alguno que le pertenece: «Todos encuentran sus cosas en el Templo, los campesinos ven las gallinas y los gallos, los científicos los signos del Zodíaco, los teólogos la genealogía de Jesús…» (Antonio Gaudí)
La Sagrada Familia es un gran faro en medio de la ciudad. Jesús decía, «Yo soy la luz del mundo», por eso la Torre de Jesucristo es la más grande y sus luces iluminarán la noche, como en la JERUSALÉN CELESTIAL.
«Será como un bosque» decía Gaudí. Nuestra vida es ciertamente como un árbol que busca la luz. Lo que intenta Gaudí es crear un lenguaje comprensible para todos.
Se decía de Gaudí que era un hombre que vivió aislado de la gente, dentro de su templo, pero esa era una idea errada. Gaudí era una persona alegre, vivía en la ciudad. Sus ayudantes recogían todas sus anécdotas como se recogen trozos del Evangelio.
La Sagrada Familia nace en un desierto, era un lugar de paso de los campesinos, por eso, fueron ellos los primeros que fueron a verla. Se le llamó rápidamente la CATEDRAL DE LOS POBRES, era una oportunidad de trabajo para ellos.
Cuando se puso la primera piedra del Templo, se puso un pergamino con la inscripción «Despertar de su tibieza a los corazones adormecidos».
El Templo se fue construyendo por partes, ya que solo se hacía con limosnas. Eso permitía ir pensando luego las otras partes. Cuando las donaciones aumentan considerablemente, se cambia todo el proyecto a algo mucho más grande. Hoy está construido el 57% del proyecto. Hay dos fachadas listas, falta la fachada principal.
«Oh María, no te duela ser tan pequeña,
también lo son las flores y las estrellas»
Antonio Gaudí
VIDEO «Sagrada Familia, Moved by Beauty»
