El icono entronizado en la hornacina de la iglesia del Monasterio

El día jueves 20 de Junio, en común acuerdo con el obispado y nuestra comunidad se realizó formalmente la firma del documento entregado por el Sr. Obispo que confirma la entrega del icono de la Virgen de Marco Rupnik, artista y sacerdote jesuita, a la custodia de la comunidad durante

Firma del Acta

el tiempo que dure la construcción de la capilla de Gaudí en Rancagua, o un tiempo indefinido en caso de una demora prolongada. Asistieron Mons. Fernando Ramos, administrador apostólico, Monseñor Goic, Obispo emérito, Ramón Esteban Galaz y la Corporación Gaudí: Gonzalo Díaz,

presidente, Beatriz Valenzuela, Rodrigo Díaz, iniciador del proyecto y Carmen Prieto.

El proyecto de la primera capilla proyectada por el arquitecto Antonio Gaudí fuera de España, fue concretado por el propio Gaudi y Fray angélico, monje franciscano del convento de Rancagua.

Las tres copias del acta se conservan una en el Obispado de Rancagua, otra en la Corporación Gaudi de Triana y la tercera en el archivo del Monasterio.

A continuación se realizó la entronización de la Virgen en la hornacina del retablo de la iglesia del Monasterio incensando el icono. No fue necesario bendecirlo ya que había sido bendecido por el Papa en su viaje apostólico  a Chile.

Vista proyecto. Foto de www.gaudichile.cl

Fundamento teológico del icono

Marko Ivan Rupnik

El ICONO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES, fue creado por el P. Marko Ivan Rupnik, s.j. en el Centro Aletti, Italia. El mosaico fue realizado para la capilla del mismo nombre diseñada por Antonio Gaudí para ser construida en el Parque Comunal de Rancagua.

La imagen fue llevada por los jóvenes chilenos a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá 2019, donde fue objeto de particular devoción. Ha sido cedida temporalmente por la Diócesis de Rancagua a este Monasterio de la Asunción de Santa María, para ser custodiada por las monjas de esta Comunidad y venerada por todos los que se acerquen al Monasterio. Oremos a María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia y nuestra Madre, por las intenciones de la Iglesia y por el pueblo fiel de Chile.

“‘Es el rostro de María que Cristo tiene en sus manos en la Dormitio. Es la Asunta, que tendrá Jesús en sus brazos en la escena de la Dormición.

Según la iconografía preestablecida en la capilla por el mismo Antonio Gaudí, en la parte baja de la capilla, a la altura de un hombre, en posición central, está la escena de la dormición, o sea la Asunción de María en la Gloria de Dios. En la parte alta donde empieza la cúpula de la capilla se colocará la Coronación de la Virgen en los Cielos. En la iconografía de la Asunción se subraya el intercambio que hay entre Dios y el hombre, o sea «tú me has dado la vida da hombre, has permitido que viviera en la humanidad con un verdadero cuerpo de hombre, yo te dono la vida eterna, la vida de la eternidad, la vida de Dios con toda su Gloria’.

Como María mantiene en sus brazos al pequeño Jesús, así en la Dormitio de esta capilla la figura central es Cristo que coge en sus brazos la Virgen Madre, María en su vida eterna.

Es el rostro de María que luego en los Cielos encontraremos en la Coronación por parte del Hijo, donde Ella verdaderamente es puesta a nivel de la Gloria del Hijo de Dios, en plena participación del Amor Trinitario. Este rostro de la Madre de Dios en mosaico, ya cuando la capilla esté terminada y como última pieza, se colocará directamente en la escena de la Dormitio en los brazos de Cristo.

Sería un «ajuste» de la tradición (que suele prever que en las manos lleve María niña) aunque ciertamente lícito y justificado en cuanto no se presenta María niña como una imagen entera sino únicamente como rostro y no de niña sino de María Virgen y Madre.

Por dos motivaciones claras esto es posible:

  • primeramente, porque la persona humana se sintetiza en su rostro. El rostro en la síntesis de la persona.
  • Y segundo porque la divinización de María ha acontecido a causa de su divina maternidad. O, como dice Cabasilas, ‘Dios ha llamado María en vista de su vocación a la maternidad y es por esto que Él la ha preservada del pecado y es por esto que Él en Ella ha desarrollado esta permanente acción de gracia. Así que María en su totalidad de persona pertenece a Dios, porque ha acogido integralmente a Dios.»  (P. Marco Rupnik)